Observar, lema del fotógrafo, el suyo desde hace 5 años. Observar, mirar alrededor, hacer suyo los momentos, sumergirse en la vida. Poco sociable por naturaleza, Erick usa a la fotografía para introducirse en el mundo, para enfrentarse a él, y de alguna manera, hacer parte de él..

Humanista, por definición. Ama a la humanidad a través de sus múltiples culturas, de sus modos de vida cambiantes y sobre todo de sus maneras de ser: todas son propias y únicas.

Busca al movimiento, lo atrapa al vuelo, lo enfoca, lo retoca: luz, contraste, trabaja principalmente en negro y blanco para reflejar mejor a sus impresiones. Tomar un momento, no por la belleza de la imagen, sino para inmortalizarlo, volver a sentir la sensación que dejó.

Autodidacta, las crecientes ganas y afición lo empujan a aprender por sí mismo, paso a paso, estudiando obras de artistas y métodos pero también programas para el tratamiento de fotos y videos. Participó a varios cortos metrajes que le dieron una experiencia interesante en fotos de cine.

Pasión, la definición de su trabajo, revelada hace poco pero que lo empuja a avanzar en esta dirección.

 

Camélia Docquin, febrero 2012